Por: Constanza Araya 7 agosto 2024 12:12hrs.

¡Lo paranormal se toma los martes en «El Aguante de La Nuestra»! ¿Cuántas veces has perdido algo en casa y has culpado a los duendes? Pero, ¿realmente existen? Para resolver este y otros misterios, Carlos Martínez, investigador paranormal, visitó a Manu y Mario para desmentir mitos y contarnos si los duendes son reales o solo un cuento.

Carlos Martínez, es un investigador paranormal que dedica a investigar casos de lo inexplicable, haciendo psicofonías y liderando tours y talleres de parapsicología. Ha trabajado en colegios y ahora también aparece en radio y televisión. Con su vasto conocimiento, Carlos llegó al programa para hablar de un tema que le apasiona: los duendes. «Hay mucha creencia, folklore y superstición, pero también datos erróneos que hemos escuchado toda la vida,» comentó.

 

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¿Son los duendes responsables de esos objetos perdidos?

Mario no perdió la oportunidad de preguntar: «Cuando la gente dice que se le pierden cosas en casa y culpa a un duende, ¿es cierto?» Carlos respondió que, aunque a veces puede ser, generalmente es más probable que se trate de desorden o despistes.

Sin embargo, cuando una casa realmente tiene duendes, los objetos suelen aparecer de dos maneras: o donde originalmente estaban, después de una búsqueda exhaustiva, o en lugares insólitos, como en un estante alto o en el tanque del baño. «Ellos se divierten viendo como uno se estresa cuando estas buscando lo que ellos escondieron», dice.

¿Duendes traviesos o algo más?

Carlos explicó que, al igual que los niños, los duendes pueden ser traviesos y disfrutar causando pequeños desastres. Sin embargo, también advirtió sobre otros seres más oscuros y dañinos, que pueden consumir energía y provocar problemas mayores, como celos y posesividad.

«Si un duende se ‘enamora’ de alguien en la casa, podría manifestarse con rasguños o moretones en las parejas que esa persona lleva al hogar,» explicó.

¿Cómo tratar a los duendes?

Carlos subrayó que el trato que se le da a los duendes es crucial. Si se les respeta y se les ofrecen cosas brillantes, ciertos licores o dulces, suelen comportarse bien. Pero si se les maltrata, pueden volverse vengativos. «Es un error insultar o tratar de ahuyentarlos con groserías; hay que tratarlos con respeto,» recomendó.

¿Qué aspecto tienen realmente los duendes?

Lejos de los gorros rojos y puntiagudos de los cuentos, Carlos describió que, en el ámbito paranormal, los duendes suelen aparecer como pequeñas esferas de energía o sombras que se mueven a ras de suelo. A veces pueden adoptar formas reconocibles, como animales o figuras de los cuentos, pero su forma original es bastante simple.

¿Por qué aparecen los duendes en las casas?

Según Carlos, los duendes pueden aparecer si se invade su territorio natural o si se sienten atraídos por la energía de una persona. Algunas personas incluso los atraen intencionalmente, esperando que protejan la casa de malas energías o visitantes no deseados. Colocar figuritas de duendes en el jardín, por ejemplo, es una práctica común para protegerse de robos.

«Por ejemplo, existen creencias antiguas que dicen que los duendes protegen de los robos. Los ladrones, siendo supersticiosos, evitaban entrar a casas con figuras de duendes en el jardín, ya que creían que traerían mala suerte. En su lugar, preferían ir a la casa de al lado. Así, la gente comenzó a colocar gnomos o figuras de duendes en sus jardines como una forma de protección», comenta el experto. Así que, si alguna vez te has preguntado por qué hay un duende en el jardín de alguien, ¡esa es la razón!

¿Cómo atraer o expulsar a los duendes?

Si deseas atraer duendes a tu casa, Carlos sugiere hacerlo con cuidado, dejando figuras en el jardín, vasos de leche, miel en la ventana, o monedas antiguas. Pero, ¿y si quieres que se vayan? Ahí la cosa se complica. Los duendes son persistentes y, aunque existen métodos como pedirles que cuenten pelos de gato o granos de arroz, a veces es necesaria una limpieza más profunda para que se marchen.

Así que, si alguna vez te encuentras con un duende en tu casa, ya sabes cómo tratarlos y qué esperar. ¿Te atreverías a comunicarte con ellos?