— Lo principal va en que te guste, si te gusta ya tienes el primer paso dado. Respecto al freestyle, es una disciplina muy artística, muy linguistica también, entonces yo creo que lo que te hace mejorar, primero, es ampliar un poco tu universo de palabras, ya sea leyendo, viendo películas, puedes leer en cualquier lado cualquier cosa, pero nutriéndote un poco más de conocimientos, eso hace trabajar tu mente — aclaró el juez del concurso.

Inefable dijo que las batallas viajan por distintas temáticas: “pueden partir hablando de historia y terminan hablando de juegos de Play”. Sin embargo, también hay enfrentamientos en los cuales hay un hilo conductor, ya sea un tema, concepto, objetos, etc. “Yo le digo a toda la gente que he evaluado que uno va a representar lo que uno es, tú anda y di lo que quieras, si quieres decir mil chuchadas o si no quieres decir ninguna, puedes hacerlo, pero haciéndote cargo de lo que trae eso”, aseguró el juez.

El freestyler ha sido juez de varias batallas alrededor del mundo, por lo que ha tenido la oportunidad de conocer distintos tipos de hacer rimas: “Chile es el país más rapero del mundo y eso se dice afuera, es una realidad que no solo lo decimos nosotros”.

— ¿Por qué Chile se destaca?

— Por la idiosincrasia artística, tenemos muchos escritores. Yo creo que al final, el rap aquí, fue evolucionando, tiene mucho que ver con lo folklórico de la música en Chile. La música en Chile ha sido muy diversa y creo que, en parte, enriquece un poco cómo es el freestyle de acá y acá converge un talento muy grande.

Los inicios de Marcelo

Marcelo Gálvez es uno de los finalistas que competirá en la Red Bull Batalla Chile 2024, será su tercera vez batallando en el evento, tiene 22 años y viene de Antofagasta. El freestyler podría volver a enfrentarse a caras conocidas, como Teorema, Racso, Esezeta y Nitro, con quienes se midió en 2022 y 2023. “Son buenos nombres, pero vamos con todas las ganas representando a mi zona, así que a darlo todo”, dijo el participante.

— ¿Cómo partiste en este mundo?

— Una vez estábamos hablando con mi primo y él era fanático de las batallas, yo nunca había visto una. En ese tiempo estaba rapeando mucho Kaiser y me mostró una rima de él, me dijo ‘oye, mira, lo improvisan en el momento’ y yo así como ‘¿al tiro? ¿No tienen nada pensado?’. Desde ahí me aficioné y no solté más.

Cuando empezó a soltar sus primeras rimas, Marcelo contó que lo hizo junto a su primo: “poníamos una base y tratábamos de tirar algo, pero igual malísimos”. Con el paso del tiempo, el rapero dijo que empezó a adentrarse más en el mundo, a conocer personas que batallaban y a apuntarse a talleres. Hoy en día, el freestyler tiene claro sus objetivos: podio nacional.

— Cuando tú te enfrentas a alguien, ¿tienes que estudiar de esa persona?

— Igual entre todos ya nos conocemos, llega un punto que uno se hace más conocido con las personas que son parte del ambiente, pero más que nada, como que quizás lo que se podría estudiar del rival es (por ejemplo) no hacerle métricas a él porque las domina mucho, pero no pensar en qué decirle.

Red Bull Batalla Chile 2024

El evento se realizará en el Centro Cultural Estación Mapocho a las 19:00 hrs. De acuerdo a Marcelo, todos los competidores que se verán las caras este sábado se respetan: “llegar ahí significa algo, muchos tiene harta experiencia, los debutantes tienen mucha energía”.

Quienes vayan a batallar no podrán escuchar las melodías hasta el momento que estén sobre el escenario. “Está el DJ, que es el que elige las pistas, las reproduce, los pone y hace los cortes. Y está el beatmaker, que es el que las crea. Existe a nivel mundial una calidad de beatmaker impresionante y en Chile, sobre todo, hay muchos beatmakers muy buenos”, afirmó Inefable.

— ¿Hay códigos de fairplay en el freestyle?

— Es algo que va en cada uno, yo creo que también va a cómo se dé el discurso dentro de la batalla. Por ejemplo, la regla que tengo yo es que no me meto en temas personales o tocarle algo personal al rival a menos que él tire la primera piedra. Ahí ya… sangre por sangre — contó Marcelo.