El programa comenzó con un ambiente cargado de nervios. Según Gallina, hubo algunos errores, pero como él mismo dice, es parte del primer día: «Estaba tenso el ambiente, había muchos errores. Nervios al pinchar las cámaras, el DJ ponía mal la música, pero es parte del primer día. Hoy en la reunión de pauta nos juntamos y dijimos ‘ya chiquillos, hay que corregir esto y esto’.»

Pese a los tropiezos propios de un primer día, el programa tuvo momentos brillantes y logro el segundo lugar en rating, solo detrás de las transmisiones de los Juegos Olímpicos. Una de las notas destacadas fue sobre el «cara a cara» entre Daniela Aránguiz, Maite Orsini y Jorge Valdivia. Con su característico toque de humor, Gallina habló con fanáticos y les preguntó quién creían que ganaría el juicio. No se conformó con eso, y le pidió a Valdivia que le firmara una pelota y una polera. ¡Incluso logró la exclusiva de Valdivia y Orsini de la mano!

La segunda gran aventura del día fue un despacho en vivo con su «maestra espiritual», la famosa Tía Yoli. Gallina la visitó para recibir una bendición especial que asegurara el éxito del programa. En medio de un ritual que casi provocó un incendio, la Tía Yoli bendijo a todo el equipo. Gallina estaba notablemente nervioso con el fuego, pero su reacción solo añadió más comedia al momento. «La Tía Yoli hizo su ritual para las buenas vibras, encendió un fogón y se fue en volá. Me agarraba la mano como si quisiera meterla al fuego. Fue bizarro, pero gracias, Tía Yoli.»

A pesar de los nervios y los pequeños tropiezos, Gallina logró hacer reír a todos. Con dos notas destacadas y su peculiar estilo, dejó claro que está aquí para quedarse «¡qué les vaiga bien!