Por: Rocío González Trujillo 4 enero 2024 09:44hrs.

Producto del funambulista que cruzó la Alameda por los aires, Tomás Melivilu contó que trabajó junto a la fundación “Teatro a Mil”, institución que organizó el suceso. El comediante relató que su chamba consistía en darle la bienvenida a los distintos invitados internacionales y acompañarlos durante su estadía en Chile.

Durante uno de sus trabajos, ocurrió un hecho inesperado. Un director de danza invitó a Tomás y otro chico que trabajaba en la fundación a comer pollo asado a su habitación en el hotel, pero no tenían cubiertos, por lo que se alimentaron con la mano. Cuando finalizaron, el visitante de la fundación les pidió las poleras para limpiarse las manos a ambos muchachos y les solicitó hacer algunos pasos peculiares de baile.

Luego de eso, los llevó a la habitación para agradecer su confianza y regalarles dos poleras limpias. Pero eso no es todo, sino que los invitó a participar de una próxima función de alguna obra de “Teatro a Mil”.