La presencia de Naya en Primer Plano le ayudó a mostrarse al público de una manera diferente, destacando solo lo positivo de su historia, pero pasó por alto las polémicas que ha protagonizado, sus excesos, sus renuncias y también el contenido sexual que la hizo conocida.

Por lo mismo, es difícil imaginar que Naya Fácil tenga participación constante en la pantalla, pues la influencer solo compartió la cara más luminosa de su imagen y no lo “sin filtro” que caracteriza su contenido. Naya, sin eso, no es Naya.

No cabe duda que la joven es una persona que, como todas, tiene sus luces y sus sombras, sin embargo, son estas últimas las que no permiten imaginarla de manera estable en la pantalla chica. Ella misma ha expuesto en redes que es una persona impredecible, que no le gusta tener jefes y que no tiene disciplina. Bien lo sabe Canal 13 que la anunció como la primera integrante de Ganar o Servir y que horas antes del viaje de la influencer a Perú, recibió su renuncia.

Naya sabe brillar con luz propia en las redes. Ese es su terreno conocido y donde puede sacar réditos de sus vaivenes emocionales. La televisión tendría un alto costo para ella. Además, con lo que factura en Instagram, no digamos que la necesita.