Farándula
Caótico paso de ShowSpeed por Chile: su streaming terminó abruptamente tras explosión de fuegos artificiales de fanáticos
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Caótico paso de ShowSpeed por Chile: su streaming terminó abruptamente tras explosión de fuegos artificiales de fanáticos
"Esta es la transmisión más loca de la historia", dijo el youtuber, que fue asediado por multitudes en el centro de Santiago, conoció a Arturo Vidal, a Flaitiano, fue a Fantasilandia, a un café con piernas y comió pastel de choclo. Esto y más, en 4 horas de streaming.
El youtuber estadounidense ShowSpeed (o Speed) vivió una loca y caótica jornada en Chile. Una que le dejó unos 100.000 suscriptores nuevos en YouTube en un solo día y que se da en el marco de una gira que lo tiene recorriendo países de Sudamérica sin previo aviso.
Durante este jueves, el también gamer llegó a Santiago, recorrió varios puntos de la capital y desde que puso un pie en el aeropuerto internacional, cientos de fanáticos lo acompañaron (y luego lo asediaron) en su recorrido que vieron más de 300 mil personas en vivo a través de su canal de Youtube, el que tiene más de 35 millones de suscriptores y cuyo registro ya suma más de 6 millones de visualizaciones.
El influencer Benjamín «Pollo» Castillo lo recibió y fue el guía del turista que siempre estuvo rodeado de una frenética multitud que no le dio respiro. La misma que quebró un vidrio de su van e hizo terminar su transmisión por el miedo que le causaron los «cuetazos» de unos fuegos artificiales o petardos que hicieron explotar junto al vehículo en que viajaba. Solo momentos antes, se había bajado de ahí Arturo Vidal.
El siguiente es el relato con los momentos más hilarantes, divertidos y también peligrosos de las 4 horas 22 segundos que alcanzó a durar el streaming en vivo de la visita de ShowSpeed a Chile.
Desde el kilómetro cero
Todo comenzó en el centro de Santiago, frente al Palacio de Tribunales, muy cerca de la Plaza de Armas, en el kilómetro cero de Santiago, donde Speed fue recibido por un grupo de fanáticos que le cantaron el «happy birthday». «This is crazy!», atinó a reaccionar el influencer mientras se bajaba de una van. Así, comenzó una caminata que en menos de un minuto obligó a Speed a pedir tranquilidad entre los entusiasmados que lo seguían y querían acercarse demasiado a él. Todo, con la ayuda de un equipo de macizos guardias que lo acompañaban.
Pese al pedido del norteamericano y los esfuerzos de su equipo por mantener alejados a los fans, uno de ellos logró regalarle un Super 8, que fue recibido con extrañeza: «What the fuck is this?», se preguntó. Pero luego, el sorpresivo turista sintió placer al probar el regalo. El Super 8 le gustó. A la golosina, se sumó otro fanático que le pasó un billete de mil pesos y uno más, que le dio una bufanda de la U.
«That is good, oh my god», dijo Speed tras probar el Super 8 que le regalaron.
«Atrás bro», «What’s going on», fueron algunas frases que Speed iba diciendo mientras caminaba hacia el Portal Fernández Concha, a un costado de Plaza de Armas, conocido por la seguidilla de locales dedicados a vender completos.
La multitud de inmediato comenzó a gritar «¡completos! ¡completos! ¡completos!», mientras el Pollo Castillo se reencontró con él para guiarlo hasta uno de los locales, donde les esperaba un completo italiano listo para comer. Tomate, palta mayo. Speed quedó loco con la tradicional preparación chilena: «This is good!», dijo mientras abrazaba al maestro que lo había preparado, aunque le costó entender por qué se llama «italiano». El Pollo se esforzaba en explicarle que es por los colores de la bandera de Italia que se forman con los ingredientes, pero… ¿habrá entendido?
El completo quedó a medio comer y la caminata siguió por calle Estado. La siguiente parada fue la Galería Matte, en la esquina con Huérfanos, donde Speed pidió cerrar el portal por la multitud que, en este punto, ya lo asediaba. Sin embargo, muy lejos de poder clausurar las rejas de acceso, un chileno lo sorprendió al presentarle una de las particularidades de Chile: el Indio Pícaro. «What the hell is that!!» gritó el gamer al ver la gracia, que en realidad no le hizo mucha gracia y que varios más le hicieron después durante la caminata.
A esas alturas el caos era difícil de controlar, pero Speed no dejaba de intentarlo: «atrás, atrás!» gritaba constantemente de manera furibunda. Parecía ser la única palabra en español que se había asegurado de aprender para esta gira.
Speed v/s Sensual Spiderman
Varias cuadras después, en la galería Santiago Centro (a la salida del Metro Universidad de Chile) ocurrió un nuevo encuentro, el que esta vez estuvo acompañado de un duelo: Speed versus Sensual Spiderman. Fue el momento de las piruetas y la multitud enloqueció (nuevamente). El duelo lo ganó el chileno y el encuentro fue sellado con un abrazo de admiración de Speed al personaje característico de las calles de Santiago.
Para ese momento ya había ocurrido mucho, pero la transmisión en vivo por streaming llevaba recién media hora. Ahí, Speed volvió a subir a su van para tener un momento de tranquilidad con su equipo, aunque la multitud rodeó el vehículo y golpeó insistentemente las ventanas para tratar de captar la atención de la estrella del día. «This is crazy» decía el youtuber, con asombro, frente a lo que se generaba a su alrededor.
Frente al Palacio de la Moneda, y mientras la van avanzaba por la Alameda, la gente corría tras Speed sin importar el calor ni el tráfico. En una luz roja un fanático logró colgarse en la parte trasera del vehículo por algunos minutos mientras este avanzaba, ante la sorpresa del gringo. «Chile is honestly insane», «Chile is crazy», «por qué nadie me advirtió que iba a ser así. No recibí ninguna advertencia», fueron algunas de las frases de Speed en un trayecto que, como duró varios minutos, le dio algo de respiro, aunque no por mucho tiempo. Lo que vendría sería muy vertiginoso. Todo se pondría cada vez más «insane».
La diversión total
Tras varios minutos de trayecto a bordo de su van y mientas decenas de fanáticos corrían, pedaleaban o motoqueaban haciendo rugir sus motores para seguirlo (un grupo incluso tomó un taxi para optimizar la persecusión), Speed llegó a Fantasilandia, donde nuevamente lo esperaba el Pollo Castillo.
La multitud lo asedió nuevamente, por lo que el visitante le preguntó a su guía qué «palabra fría» (cortante) podía decirle a la gente para evitar el acoso: «paren la wea», le recomendó decir el influencer chileno, aunque el gringo solo logró articular un «paren la wela», con lo que no consiguió mucho. Tras algo de caminata, llegaba el momento de la diversión total.
Aunque el clímax de la montaña rusa no se pudo ver en vivo en su stream, porque la señal se cortó, la cara al final del recorrido lo dijo todo: «deam!» repetía Speed tras la vertiginosa experiencia. En su caminata por el parque de diversiones, el oriundo de Cincinnati, Ohio, tuvo un encuentro algo extraño con uno de los visitantes.
Problemas de transmisión, de conversación y de terror
Luego de esto y al prepararse para subir a un nuevo juego, a Speed se le vio seriamente frustrado, puesto que la señal de su transmisión se cayó repetidamente. La imagen se fue a negro por varios minutos, mientras él y su equipo intentaban reparar la situación.
Entre tanto, una bizarra conversación se dio entre el creador de contenidos y alguien a quien llamó «Alexandro». Un funcionario de Fantasilandia, de edad senior. Un hombre que transmitía templanza y experiencia. Que portaba sus credenciales de trabajador del lugar y también una especie de «chapita» con los colores de la bandera chilena, pero con la forma del estado de Texas, en Estados Unidos. Speed trató de preguntar, innumerables veces, si Alexandro era oriundo de Texas o por qué tenía esa chapita. Este respondía de vuelta «Chile, Chile», y el gringo miraba confundido diciendo «Texas, Texas», mientras apuntaba la chapita. La comunicación resultó fallida, pero el lenguaje universal pudo más: ambos se tomaron una selfie sonrientes.
Tras arreglar los problemas de señal de internet (un integrante del equipo sostenía un panel para transmitir vía Starlink), asegurar que la transmisión continuaba y dar por pasada la conversación con el funcionario, el siguiente juego se puso en marcha y ahora sí se pudo ver cómo Speed la sufrió.
El griterío y los empujones no pararon hasta que ShowSpeed se metió a la Casa del Terror. Sin embargo la experiencia fue algo fallida. Al entrar por la parte de atrás y como, al parecer, el juego estaba en un receso, los actores no estaban en posición de sus personajes, pese a que tenían las vestimentas puestas y estaban maquillados. «¿No vas a asustarme?» le preguntaba el streamer a las actrices, que le respondieron con un «no» y le preguntaban «quién los dejó entrar».
A la salida de la casa del terror, que no lo aterrorizó, Speed no dejaba de preguntar: «What the hell was that?».
Momentos bizarros
Básicamente, toda la visita. Pero si tuviéramos que detallar un par, habría que remitirse a los momentos en que el gringo no entendía nada, como buen norteamericano recién llegado a Chile, totalmente descontextualizado.
En un momento Speed llegó a las rejas de Fantasilandia, tras las cuales cientos de fanáticos gritaban «olé olé olé, Speed, Speed», pero su nombre sonaba chilenizado: «espid». Esto causó confusión en la celebridad, quien entendió que estaban vitoreando a un tal «Henrry». En ese mismo momento, un fanático le tiró un paquete de galletas Morocha por los aires, el que recogió. Al tomarlo, miró a la cámara y preguntó si eso era «pasta base». Y esto tiene una explicación aun más bizarra: un mensaje muy repetido en el chat de la transmisión en vivo, que tuvo a miles de personas mirando el recorrido simultáneamente por Youtube, era «pasta base». Esto llamó la atención del influencer que varias veces preguntó qué era eso (pronunciado a lo gringo, «pasta beis»), si era algo típico de Chile o dónde podía conseguirlo. Suponemos que los mensajes eran para trolear y que Speed no tenía idea del significado de lo que estaba leyendo. Pura confusión.
La salida de Fantasilandia fue particularmente caótica. Peligrosa, derechamente. Como lo sería la salida de todos los siguientes recintos a los que iría.
La transmisión más loca de la historia
Tras dejar el Fantasilandia en el Parque O’Higgins, ShowSpeed fue subido a una micro. De las antiguas. Las amarillas. Fue acompañado, entre otros, por un grupo de gente que no pertenecía a su equipo y quién sabe cómo llegó allí. Por supuesto, unos tantos lo siguieron en bicicletas, autos, motos y hasta corriendo. Pero sorpresivamente, a medio camino comenzaron a escucharse golpeteos sobre la micro. Algo pasaba.
Speed se asomó por la ventana para mirar arriba del techo del vehículo y… ¡sorpresa! unas diez personas estaban sobre la micro agarrados como podían, para seguir el trayecto a toda velocidad sobre el microbus que transportaba al influencer. «Tenemos que bajarlos», decía él. «Es la transmisión más loca de la historia», sentenció el creador de contenidos. «Chile está realmente loco. Nadie me avisó cuando llegué aquí». Fue tanta su impresión que, tardíamente, pensó: «deberíamos haber tenido escolta policial».
El encuentro con el Presidente Flaitiano
El caos estaba lejos de terminar. «El Presidente está aquí y quiere conocerte», le dijo Pollo Castillo a ShowSpeed arriba de la micro aun. La incredulidad del creador de contenidos era notoria y no la ocultó cuando apareció el mandatario. Era Flaitiano, con una banda presidencial y un traje formal.
El encuentro, también muy bizarro, concluyó con un regalo inesperado: una camiseta de Colo Colo. Pero no cualquiera. Fue la camiseta que Rodrigo Gallina le regaló a Flaitiano al final de su visita a La Nuestra, en Junio de 2024. Una que Rodrigo mandó a hacer especialmente para él, con el número 69 en la espalda y su nombre sobre él: Flaitiano.
El regalo, que nuestro querido conductor se esmeró por entregar a Flaitiano en los estudios de La Nuestra, ahora terminará en una mansión en Estados Unidos. A todo esto, recién se cumplían dos horas de streaming.
Speed choclo
La siguiente parada fue en Pedro Aguirre Cerda. Bar Victoria. Lugar de comida, música y bailes tradicionales chilenos. A esa hora el hambre se hacía notar y por eso estaba todo preparado para que ShowSpeed probara platos típicos de nuestro país. Carne mechada con papas doradas: una probadita («pasta base», le dijeron que era mientras lo probaba), que no le impresionó. Empanada de pino: dos mascadas que lo dejaron impresionado, hasta que le salió el cuesco de una aceituna. Hasta ahí llegó. Pastel de choclo: el elixir de los dioses. Fue el plato que más caliente estaba, pero el que más gozó. Sopló todo lo que pudo para comer sin quemarse. No lo logró, se quemó la boca, pero el sabor pudo más y por eso terminó diciendo que «es el mejor plato de Chile que he probado». Un costillar y un mote con huesillo, también fueron parte de la degustación. Pero el youtuber siempre volvió al pastel de choclo.
El encuentro con el King
Mientras disfrutaba de la comida chilena, a Speed le dijeron que debía conocer a Arturo Vidal. Fue el momento en que un imitador del jugador compartió con el influencer. Y cuando estaban en eso, una sorpresa: apareció el verdadero Arturo Vidal. El Rey Arturo. Speed no lo podía creer.
Chinchineros, un pie de cueca, un intento fallido por cantar sobre el escenario y un peloteo con el King, siguieron en el Bar Victoria, cuando ya se cumplían 2 horas 45 minutos de streaming. Speed dejó el lugar, se subió nuevamente en la van rodeado de la multitud que lo esperaba afuera del recinto y en el siguiente trayecto aprovechó de leer algunos mensajes del chat de la transmisión. Los chilenismos de doble sentido no tardaron en aparecer y Pollo Castillo fue el encargado de traducirle (a su antojo y con cara de poker), cada uno de ellos. Al gringo casi le explotó la cabeza. No entendía nada.
El camino continuaba en un café con piernas, en el centro de Santiago. Y a esa altura del partido, la cantidad de gente agolpada en la zona era mucho más notoria y efusiva que al principio. La salida costó más que nunca y los fanáticos siguieron al vehículo por varias cuadras: «este país es diferente», decía ShowSpeed, impresionado.
La última parada y el abrupto final
«Chile, los amo, esto es loco, seré honesto, este ha sido un stream muy loco. Agradezco todos los suscriptores ganados en este live, 86 mil suscriptores, en realidad los amo a todos. El amor aquí es una locura», decía Speed ante la cámara en vivo sobre el vehículo en movimiento.
Él quería jugar a la pelota y paró en una plaza, un lugar que no logramos identificar, pero que probablemente era en Pedro Aguirre Cerda. Un grupo de vecinos fanáticos lo vieron y rápidamente se le acercaron con entusiasmo. Intentaban comunicarse, pero poco se pudo. La gente rodeó al influencer, invitándolo a moverse entre los blocks del sector, al parecer rumbo a una cancha que había en un sector cercano. De un momento a otro, uno de los guardias del equipo detuvo al influencer y lo obligó a retroceder.
Volvieron a la van y unos minutos después Arturo Vidal, que lo seguía acompañando, le regaló una camiseta de Colo Colo, con el número 7. Cuando Speed le preguntó por Messi y Cristiano, el King respondió que Messi es su hermano, lo que impresionó al norteamericano. En medio de ese asombro, Vidal se despidió, la van paró y el campeón de América se bajó. La multitud volvió a agolparse en torno al vehículo, con fanáticos que intentaron subirse a él.
Lograron cerrar la puerta para seguir el trayecto, eventualmente al Estadio Monumental, y Speed se dio cuenta de que algo le habían pasado. Era un paquete de envoltorios rojizos con algo dentro. Pensó que eran golosinas, pero cuando miró con atención, él y su equipo se dieron cuenta de que no: eran fuegos artificiales o petardos.
Speed, curioso, siguió mirando preguntándose si podría activarlos, si era legal o no hacerlo en Chile. La respuesta de quienes lo acompañaban era que sí, pero incrédulo, el creador de contenidos revisó en su celular y comprobó que no: en Chile los fuegos artificiales son ilegales.
Todo estaba siendo transmitido en vivo y en medio de esa conversación, se escuchó un estruendo. ShowSpeed se puso en alerta. «Fuegos artificiales», le dijo un miembro de su equipo en inglés. Segundo estruendo y Speed se paró de su asiento mirando para atrás y volvió a sentarse. Tercer estruendo y todos se pararon en posición de alerta. «Get the fuck out of here!!» le gritó el youtuber al chofer de la van, mientras Pollo Castillo estaba impresionado con la boca abierta. Todo venía de un auto al lado de la van.
«Solo vamos!» seguía gritando un nervioso Speed. «Chile I love you, manzana verde, green apples, bye bye».
Fin del streaming, tras 4 horas y 22 segundos en Chile. ¿Proxima parada? ¿Volverá a Chile? ¿Quedó con una buena o mala impresión? Manzana verde, green apples.