También fue bueno ver el rol de la mujer potenciado sobre el escenario. Ver a Karen Doggenweiler abrir los fuegos del festival fue sin duda icónico, pues se convirtió en la primera animadora en presentar el certamen en 64 años.

No podemos dejar de mencionar los shows de Myriam Hernández y Kid Voodoo sobre la Quinta Vergara. La cantante demostró que tiene todo y más para ser una de las artistas nacionales más potentes. Lo mismo ocurrió con el representante de la música urbana, quien dejó claro que el género urbano es mucho más que trap y letras difíciles de comprender para muchos.

Lo Malo

Sin duda la nota negra del contexto festivalero la puso la gala. La mala organización le costó cara al canal organizador, pues generó una serie de polémicas. Llantos, caídas, largas esperas y controversias es de lo que muchos se acordarán de ahora en adelante. Pero lo peor fue lo ocurrido en la Quinta Vergara a raíz del show del venezolano George Harris. No por su mala rutina y las vulgaridades que emitió sobre el escenario, sino porque generó una lucha de banderas que no aporta en nada a la sociedad que queremos (o deberíamos querer) construir y menos a la fiesta de unión que debería ser el festival.

Tampoco podemos dejar de mencionar entre lo malo el polémico reinado de Viña 2025. Fue de pésimo gusto que Canal 13 realizara una anticampaña contra Emilia Dides y que luego se cuestionara la votación para potenciar la candidatura de Faloon Larraguibel. Lo único que se consiguió con esto fue ver a dos mujeres enfrentadas por una corona.

Lo ordinario

Es valorable que Mega haya tomado ciertos riesgos en Viña 2025, uno de ellos la co-conducción, aunque algunas hayan salido mejor que otras. Sin embargo, hubo otros intentos por hacer memorable el festival que, de frentón, dieron vergüenza ajena y que vale la pena no volver a repetir. En virtud del rating televisivo se apostó por ciertos “momentos” que resultaron patéticos. La entrega de la gaviota de platino a Myriam Hernández, la entrega del regalo de una camiseta de Claudio Bravo a Carlos Vives o peor aún, la entrega de los trofeos a Kid Voodoo en manos de sus padres. Respecto a este último, es imposible elevar el nivel de un espectáculo internacional si se actúa a ratos como si la presentación de un artista se tratara de un show de kermés escolar.

A ti, ¿qué te pareció Viña 2025 y qué nota le pones?