“Ha sido muy bonito porque ha sido un poco retomar el lenguaje, la musicalidad y formas musicales que teníamos con el Abel en el periodo de la Moral (Distraída)”, dijo Camilo. En esa línea, el artista detalló que junto a su hermano volvieron a conectarse con la música cubana, país donde vivieron en su infancia, e influenció sus inicios en la música. “De esto viene más”, adelantó el cantante.

— Oye, ¿ustedes qué música escuchan para inspirarse?

— El Abel escucha harto música cubana… escuchamos de todo, harto rock, harta música cubana y yo ahora estoy pegadísimo con punk, rock, contemporáneo. Hay una banda que se llama, unos españoles, “Carolina Durante”, que estoy pegadísimo con los weones y es todo en ¡coño!

Sin embargo, Camilo tampoco se puede despegar de la música cubana: “en el cubatón están así, pero con todo. Tengo mi playlist, cubatón moderno”. “Es que están haciendo folklore cubano, guaguancó, rumba, que es de tambores de cuero, pero hacen las bases electrónicas, entonces mantienen una wea que nunca revienta y eso lo mezclan con fraseo, chanteo, pregones del reggeatón”, explicó el artista.

“Andan bacán, es raro, fresco, bonito, y que es lo que quisimos replicar con ‘Fácil y Bonito’ (…). Le da como un sonido raro, extraño, que suena bailable, pero quizás cómo lo bailo. No sé, estamos ahí probando cosas y está entretenido”, declaró Camilo.

El cambio en la etapa musical de los hermanos Zicavo

En la actualidad, Camilo considera que está en otra etapa musical, pues compone junto a su hermano dependiendo de lo que les gusta y creen que puede funcionar o aportar al público. “No podemos entrar a la competitividad de lo que están haciendo los cabros y las cabras, que están sacando un tema por semana, con estos conceptos de quién es el que está pegao o saqué un palo, porque el público está escuchando otra cosa y ellos tienen un lenguaje que nosotros ya no dominamos”, aclaró el cantante.

“Estuvimos en ese lugar, estuvimos con la Moral llenando el lugar donde tocábamos, fuimos la banda que todos querían tener en su evento, vivimos un poco ese lugar”, aseguró el artista. Desde esa perspectiva, Camilo afirmó que lo que verdaderamente le interesa con su hermano es continuar creando arte: “la verdad es que a nosotros, lo que nos interesa, es ganar lo suficiente con nuestro arte para seguir haciendo más arte. No tenemos la ambición de llenar un estadio, ni de tener los números de la wea. No lo es y no ha sido. Creo que ahora está un poquito más concientizado”.

— ¿No te da esa sensación de querer ser más famoso, salir de Chile con Plumas y ser ultra conocido?

— Famoso, no, ni cagando. La fama es una maldición. La poca fama a la cual yo he accedido, por mí o por las personas con las cuales me he relacionado, creo que es un karma terrible. No se lo deseo a nadie.

“La fama es un precio de la wea (la música). A nosotros lo que nos interesa es hacer nuestro arte, nuestras canciones, conectar con la gente”, dijo Camilo. Incluso, el artista fue más allá y reveló que a él no le interesa tener un auto lujoso o tecnología de último modelo, sino que está en una constante búsqueda para ser feliz. “El consumo del público del producto que uno hace debería ser una consecuencia del trabajo y no el objetivo. El objetivo del trabajo es una wea que nos haga felices”, sentenció el cantante.

La nueva vida de Camilo Zicavo

Durante la pandemia, Camilo se fue a vivir al cerro y considera que fue maravilloso. Sin embargo, se tuvo que devolver a la ciudad: “yo ahora vivo en Providencia y está bacán. Pasa una wea que no ocurre estando en el campo, que te llama un amigo y te dice ‘vente para acá’, ‘¿en qué estás? Voy a tomarme una chela’, ‘voy para allá, conversemos un ratito’. Ese tipo de situaciones que no puedes hacerlo allá”.

A pesar de haber crecido en Chillán, el cantante se considera muy santiaguino. “Cuando me fui a vivir al campo, me pasó que era demasiado silencio, me costaba dormir. Y ahora, de vuelta, me pasó que tuve que acostumbrarme al ruido. Me pateó un ratito el ruido y ahora ya sí, me duermo con los autitos de fondo feliz”, comentó el artista.

— Vamos a las redes sociales, ¿cómo te relacionas con ellas?

— Como el pico me relaciono con las redes. Las odio. Si pudiera cerrar todas mis redes sociales, lo haría feliz, pero es pega y es parte de lo que hay que hacer. Pero no me gusta, las redes son un basurero.

Aunque Camilo reconoció que no siempre odió las redes sociales, sino que se fue desenamorando en el camino. “Hay weas que me gustan, pero no me gusta la vida pública de las redes. No me gusta el comportamiento social en las redes, creo que es un basurero, la gente bota todo en redes sociales y es terrible”, sentenció el artista.