— Primero ensayamos y los días previos no me sentía nervioso, porque estaba muy metido en el viaje y todos los días era algo nuevo, entonces pensaba en el concierto, pero realmente estaba disfrutando del proceso de estar acá. Y después, cuando faltaban pocas horas, empecé a ponerme ansioso e intenté tratar de calmarme de alguna forma. Me fui a un lado solo (…) y yo soy creyente e hice ahí su oración, cerré los ojitos y dije que salga lo que tenga que salir, que salga todo bien y vamos para adelante, que si Dios quiere va a salir una gran presentación y así fue.

El cantante es originario de La Ligua, pero vivió varios años en Papudo, por lo que, de acuerdo a él, fue una locura subirse al escenario en Europa: “para mí estar acá es un sueño, vivir ese festival es un sueño, nunca había estado en una experiencia así, es gigante”.

— ¿Cómo fue el público de Dinamarca?

— El público bacán, porque estaban todos en la nota, estaban todos prendidos.

A diferencia de Chile, el artista reconoce que quienes estaban en el festival se encontraban inmersos en la música y no les costó “soltarse”. “El ambiente del festival era pura alegría, la gente estaba todo el rato vacilando”, contó Gutta.

Los inicios de Gutta

El artista reveló en La Nuestra que sus primeras aproximaciones con la música fue desde pequeño, pues su mamá canta en la iglesia. “Yo tuve la guitarra desde muy chico y ella me enseñó los primeros acordes. Después me encantó la guitarra y no paré hasta sacarle todo el jugo en mi infancia. La verdad es que los instrumentos siempre me llamaron la atención, le di a la batería, le di a varias cosas, pero la guitarra es lo principal”, dijo Gutta.

“Yo de chico quería que la música fuera lo mío, pero también las presiones sociales, cómo te va en el colegio, todas esas cosas me obligaron de cierta manera a tomar la decisión de ir a la universidad y fui e hice dos carreras. Entré primero a la Católica a estudiar Trabajo Social en Santiago, estuve dos años y después me salí, pasó el tiempo de la pandemia y entré a estudiar música en Valpo y tampoco me gustó. No era lo mío el estudio”, relató el cantante.

— ¿Qué te dice tu familia por el avance que tuviste en la música fuera de Chile?

— Ellos están contentos, me mandan la energía positiva, toda la gente de La Ligua, Papudo, siempre están mandándome mucha energía positiva. (…) Yo llevo a La Ligua en el corazón e intento representarlos donde vaya. Muy contento de representar porque me siento identificado con el lugar.