Santiago 2023

Alberto Abarza cerró los Juegos Parapanamericanos con cinco medallas de plata y se consagró como el deportista nacional con más medallas parapanamericanas: diez.

Sin embargo, “Beto” revela que en un principio no estaba de acuerdo con que se hiciera Santiago 2023 en Chile. “Sentía que nuestro país tenía otras prioridades en ese momento. Veníamos de una marcha social de importantes demandas y creía que por ahí podía haber más importancia. Ahora, terminados los juegos, no es que me arrepienta, sino que digo que el legado que deja Santiago 2023 en lo cultural, social y deportivo es tremendo”, dice el deportista.

“Hay cosas con que no estaba de acuerdo, porque deberíamos haberla hecho (la piscina) a nivel olímpico al tiro y lo hicimos a nivel parapanamericano. Entonces por qué no haber soñado con en Chile, alguna vez, hacer los Juegos Olímpicos. ¿Qué van a tener que hacer? Desarmar de nuevo la piscina y volver a hacerla”, opinó Alberto.

El legado de Alberto Abarza

Alberto ha recolectado decenas de medallas, de mundiales, Juegos Paralímpicos y Juegos Parapanamericanos, pero él no las guardaba, sino que las regalaba, hasta que un día su hermana lo retó y le dijo que no podía seguir dándolas. “Cuando tú das algo que te duele, después le tomas la importancia de que regalaste algo que de verdad querías. Le tomas como la importancia para la vida”, cuenta el atleta. “Cuando tú regalas algo pensando que es tuyo, es mucho más valioso, mucho más importante”, agregó “Beto”.

— ¿Tú te sientes un referente de otros deportistas?

— No, no, para nada. Siento que soy lo menos referente para los demás, aunque me lo dicen los chiquillos. Me gusta más sentir el cariño de ellos, más que sentirme yo un referente, porque ser referente sería una responsabilidad y yo soy lo menos responsable que hay en la vida. Con suerte me hago responsable de mí.

“El deportista nudista”

En Santiago 2023 no es la primera vez que Alberto nadó a “poto pelao”. El deportista cuenta que una vez estaba en la charla de una universidad y pasó la vergüenza de su vida.

Se encontraba nadando en la piscina cuando su entrenador empezó a hacerle señas desesperadas. Luego de unos segundos, su antigua polola, quien era nadadora convencional, se tira sobre él. “Ella me dice ‘estai en pelota’”, recuerda el atleta. Su traje de baño había quedado al comienzo de la piscina y él no se había dado cuenta. “Es por eso que no hago clínica en colegios, sí charlas, pero no la parte de natación, porque quedé traumado de que se me salga el traje de baño”, ríe Alberto, en el estudio de La Nuestra.