El horario de atención es el jueves, viernes, sábado y domingo a la hora de almuerzo: abren las puertas a las 12:30 hasta las 16:30 o hasta que se acabe la comida. “Está diseñado para que tú te sientes, con mucho tiempo, esto no es comida rápida, nos demoramos en cocinarla y esperamos que también se demoren en comerla”, explicó Felipe.

La gastronomía francesa

Entre los platos de comida que trajo Felipe, estaban los caracoles a la bourguignonne, los cuales nos contó que se deben comer de una manera específica, con pinzas y unos pinchos: “es como un bocadito para probarlo”. El conductor de La Nuestra, Mario Rodríguez, no se podía perder la oportunidad de probar este alimento, por lo que se comió el contenido de dos conchas. “Es una carnecita muy suave, muy rica, pensaba que iba a ser salada, es rica. Siento la mantequilla muy sutil”, opinó el animador.

El dueño del restaurant explicó que los franceses comen este alimento de manera exclusiva, no en cualquier situación injieren caracoles, y lo hacen de aperitivo: “es un momento especial”. La preparación de este alimento es con mantequilla, ajo y perejil. Suena sencillo, pero Felipe asegura que es laborioso.

El segundo plato en el menú fue una sopa de cebolla. Esta consiste en un caldo de huesos de vacuno, el cual se deja concentrar un par de semanas. En paralelo, se caramelizan las cebollas en unas planchas. “Se junta el caldo filtrado y reducido al máximo, bien concentrado, se le echa la cebolla caramelizada y ahí pasan un par de días”, explicó Felipe. El dueño comentó que lo primero que hacen los cocineros al llegar al local de comida es prender la estufa a fuego bajo para que se siga concentrando el caldo.

El dueño del restaurant afirmó que esta comida es muy popular en Francia, pues se toma mucho. “Cuando vas a una fiesta y quieres calificar a la fiesta como una verdaderamente buena fiesta, hay que decir que a las 5 de la mañana salió una sopa de cebolla. Es como el consomé en los matrimonios. Una sopa de cebolla porque levanta muertos”, contó Felipe.

Como alimento de fondo, “El Franchute del Barrio” le llevó a Mario un pato a la naranja, los cuales lo cocinan ellos mismos. “Lo confitamos, es decir, lo cocemos en olla, en su grasa, a fuego muy lento, al horno, durante toda la noche. Después lo sellamos al vacío y lo terminamos al momento del servicio. Y va acompañado de un puré de zanahorias con naranja y unas papitas”, describió el dueño. “Es saladito, no es seco, es rico, es jugoso. Sigo insistiendo, perdón con la insistencia, pero tiene similitud con el pollo”, consideró el conductor del espacio.

Para finalizar la jornada, Mario degustó un crème brûlée, el cual se comió todo y no le dejó al resto del equipo… Te lo vamos a cobrar, Mario.