Voh Dale!
¿Eres de esas personas que tira indirectas en la relación? ¡Pon atención a esto!
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Hablemos de las indirectas. Hay personas que tienen el talento para tirar frases indirectas en distintos contextos de la vida, sin embargo, donde se da frecuentemente es en las rutinas de parejas.
Sobre esto, Tabatha Pacer y Mario Rodríguez, conversaron sobre situaciones de la vida que han vivido y su relación con las indirectas.
– Tabatha: «Son malas las indirectas. No será mejor decir ‘amor, ¿no podría traer un vasito de algo?’ o ‘sabí que me caía mal tu ex’. A mi me pasa que no soy buena para las indirectas. A mi cuando algo me molesta y pasa, yo llego y lo digo. Porque además, el problema de las indirectas, es que todos pensamos de distintas formas. Aunque tu digai que la huéa es obvia, ‘oye, no va a ser obvio para todo el mundo’. Siento que es poco comunicativo ser indirecto».
– Mario: «Yo pienso que hay gente que las indirectas las tiene como un desahogo. Ponte tú, tu pareja te tira indirectas con un ex, la mejor manera de decirte algo que le molesta de tu ex es como: ‘mmm…todavía lo tenís en redes sociales'».
– Tabatha: «Ahí podría ser. De repente tirar una indirecta para empezar una conversación».
– Mario: «Bueno, ese talento yo no lo tengo».
– Tabatha: «Yo debo decir que tampoco, normalmente la cago. Normalmente digo: ‘¡oye, tenemos que conversar!'».
El uso de las indirectas podría ser dañino para la salud
Según el sitio La Mente es Maravillosa, menciona que el profesor de sicología James P. McNulty, concluye que la presencia de las indirectas pueden traer un daño irreparable en los vínculos amorosos.
«Estamos abonando el terreno para que la hostilidad indirecta y el sarcasmo suelan adueñarse de la relación. Así pues, se crea un ambiente donde se dice lo que se quiere, alejando la posibilidad de resolver conflictos. Estamos siendo destructivos (con indirectas)», señala el sitio.
En otra información de la plataforma mencionada, aparece lo que estimó el antropólogo inglés, Gregory Bateson, donde especifica en su publicación «Mensaje de doble vínculo» (1956), que la presencia regular de las «indirectas» en una relación, puede derivar en trastornos de ansiedad, incluso, esquizofrenia.